sábado, 14 de noviembre de 2009

noviembre, bendito mes (que empieza por todos los santos y termina por san Andrés.














Bendito mes vertiginoso, que está pasando como un suspiro. Realmente, la vida del campo es movidita y siempre hay algo que hacer. Hoy tocó cortar cuatro palos (sobretodo para que no anden por medio, molestando); charlar con Alicia; buscar libros para responder a Antonio y a Diego sobre poda de cerezos y cultivo ecológico de frutales y,... esos chicos...








miércoles, 11 de noviembre de 2009

Reciclando










Menda, en un comentario el otro día me dijo que tiene un amigo especializado en reciclar residuos sólidos.






Hoy me tocó a mi andar carretando estiércol de la cuadras a las huertas, para preparar el futuro.




Mi vida está llena de poesía y música. Canciones y poemas me acompañan en todas las tareas.

Y también en ésta. Tan pronto como empecé, me vino a la memoria aquello de "Linda rosa perfumada, rosa de pasión". Me dió la risa recordar, de la mano de esa, un poemita, medio cantado que yo tenía para uno de mis sobrinos. Un muy querido sobrino que, no se si por defecto de las cremalleras o por abandono, andaba siempre con la bragueta abierta. Un día le canté una cancioncita que dice: una mañana de primavera /a la pradera/ salí/ a coger flores/ de mil colores/para adornar el pipí.
Fué una complicidad poética que me permitió siempre avisarle de su olvido, sin que nadie se enterase, porque solo mentar la mañana de primavera, el error era corregido.
El estiércol de hoy me llevó más allá: aparecí , de la mano de Zorrilla, llegando a aquel poema llamado Oriental que decía: yo te daré terciopelos/ y perfumes orientales/ de Grecia te traeré velos/ y de Cachemira chales/ y te daré blancas plumas/ de una pájara muy fina/ que cuenta cosas terribles/ donde los dientes rechinan...bueno, no sé si era así, pero seguro que Ramón, que es profe de literatura, se hace cómplice mío y me perdona la licencia.
Los perfumes de hoy a la mañana, no eran orientales, sino occidentales, pero tienen la ventaja de que se evaporan con una buena ducha y una lavadora. Y luego, ya lo veis, comienza de nuevo el reciclado: traer estiércol; llevar hierba y calabazas; los chicos comen y transforman... abono para los árboles y esas hermosa manzanas de invierno y, me encantaría que pudierais olerlas.

martes, 10 de noviembre de 2009

Cómo me llaman

Es curioso: nombres que llevamos aquí en España como comunes, suenan diferentes en América.
Y lo digo porque varias personas me han dicho que tengo un hermoso nombre que incluye a la Madre y el Hijo.
Ni me lo había planteado. Llevo tanto tiempo con él que forma parte de mi como un todo.
De pequeña, fuí María; también lo era mi hermana mayor y ante la llamada, según como sonara, acudíamos las dos o ninguna. Luego, para la familia, fuí, para siempre, Mariajesús; aunque, para mi hermana la mayor, a veces soy mihermana y otras veces queridahermana (porque me escribe cartas, que manda por correo, como se hacía antes y a mi me encanta).
Para la mayoría de la gente soy Chus, que, por cierto, no me gusta nada, nada. (Pero me aguanto). Para la gente de la aldea soy "a mariajesús" o "a dos cabalos".
Tuve un novio que me llamaba "silbidito", por mi físico de entonces. Hoy tendría que llamarme solbodoto, porque aunque mi barriguita me hace feliz, evitentemente me separó de la i radicalmente.
Pero, ay, ahora me he acostumbrado a ser llamada de otra forma: cuando aparco el coche oigo
Hijiji (es el Chispa) y seguido y más profundo Hujuju ( es el Cuco) siempre digo "ya voy"...pero aún tardo, porque dentro de la casa, Perdy me llama a saltos sobre sus patas traseras y Koro me llama a ritmo de rabazos contra la puerta...
¿necesito deciros que esos nombres me encantan?

domingo, 8 de noviembre de 2009

Fitosanitarios

Durante estas dos pasadas semanas, he hecho un curso de "aplicadora de fitosanitarios", porque sabeis que hay una ley que obliga a tener carnet para poder envenenar la tierra.
Yo hice el curso, en primer lugar para saber por qué no debo usar "plaguicidas". En segundo lugar para saber si realmente ese curso significaba que los gobiernos se han dado cuenta del daño que estamos haciendo y querían mentalizarnos de que todo lo que acaba en -cida significa matar:matar la hierba, matar los hongos, matar los insectos...Pero no. Solamente nos han dicho que tengamos en cuenta que cada vez que usamos algo de eso, usamos un veneno y hay que protegerse: trajes, gafas, botas, guantes, mascarillas...
Y comprobé que me miraban como si yo estuviera loca. ¿Qué hacía allí, una mujer con estudios? Si ellos se vieran en mi piel, no se acercarían a los cultivos para nada...
Cada día quise decirles que nos había engañado el antiguo testamento, que no hay un castigo en la tierra, que ganar el pan con sudor es falso, que Caín no estaba maldecido por ser agricultor.
Cada día quise decirles que hay que amar la tierra para que nos ame. Que el fruto nace del trabajo amoroso, no del sudor, aunque el sudor fertilice la tierra; que el trabajo del agricultor es el más digno, el más hermoso, el que nos permite echar raíces y permanecer en un espacio para siempre. Si así no fuera, tendríamos que ser pastores, cambiando de pasto en pasto, con una tienda de campaña.
Es el agricultor el que permite que el pastor permanezca, porque la hierba solo sabe cultivarla el agricultor.
Nadie puede vivir sin el agricultor. Él es el núcleo, él es el origen, él es la raíz, él es la vida.
Él es el sembrador y la semilla.
Sin él nada podría sobrevivir.
Y, el día que todos lo entendamos, ya no habrá que hacer campañas ecologistas.