domingo, 1 de diciembre de 2013

Comida de la infancia

Yo sigo, pacientemente, peleándome con los nogales.
Uno ya ha sucumbido: solamente queda el tronco central, que no entraña peligro alguno.
Las ramas ya picadas para leña.
También he podado la cepa que me da sombra en verano
y preparado la poda para quemar.
Luego me puse a pensar con qué podría sorprender a mi hermana en la comida del domingo. Y me encontré la libreta de recetas de mi madre, que me trajo los gustos de antaño.
Y puse filetes guisados por primera vez, siguiendo sus detalladísimas instrucciones.
Estaban deliciosos, sin otro mérito que seguir sus consejos al pié de la letra.
También puse lombarda con huevos cocidos y patatas, ahora que ya la helada suavizó la verdura.
Y empanadillas, porque con ellas sé que acierto siempre.
El vino...siguiendo los consejos de mi cuñado Julio, un ribera del Duero de Peñafiel, delicioso y de suave subida...si Juan nos ve la trompa seguro que no se lo piensa dos veces y, adiós cadera.
Feliz semana