miércoles, 5 de enero de 2011

¡Música, maestros!







Ha sido estupendo comprobar cómo une la música. Mayoritariamente os habeis apuntado al sarao.
Galeano decía que re-cordar es volver a pasar por el corazón.
Creo que eso es la magia de la música que nos hace recordar("recuérdame, que recordar es volver avivir/ el tiempo que se fue/recuérdame") ; nos da consignas que nos ayudan a soportar los malos tragos ("no voy a llorar por lo que pudo haber sido y no fue"); refleja sentimientos propios ("besos ternura, que derroche de amor, cuánta locura"); sella promesas ("te regalo mi amor, te regalo mi vida"); afirma creencias ("y no me crees, cuando te digo que la distancia es el olvido no me crees"); nos ayuda a llorar el futuro ("cuando tu te hayas ido, me envolverán las sombras"); nos hace soñar ("mirando al mar soñé que estabas junto a mi"); y nos hace bailar ("bailando, me paso el día bailando").
Todos los sentimientos los expresamos los seres humanos con la música.
Yo creo que se podría escribir una novela con títulos de canciones.
Pero, no. Nosotros no. Nosotros disfrutaremos los unos de la música de los otros, ya que así lo quereis.
Pero yo no voy a organizar nada, porque no me gustan las imposiciones en los tiempos en que la gente (Pajín) se empeña en hacernos creer que "Fumar NO es un placer, genial, sensual".
Solamente seré un espejito, si quereis: Cada uno de vosotros hará una entrada musical cuando quiera y sobre lo que quiera. Podrá venir aquí, a Paradela y, en comentarios, dirá que ha publicado. Yo garantizo que haré un enlace y visitaré su blog.
Anna quiere tocar la zarzuela; Blue (cuyas entradas habituales incluyen siempre música) podría hablarnos de Silvio Rodríguez (tanto me da soñar con serpientes, como que nos regales rabos de nubes, encuentres al unicornio azul o nos cuentes quehagoahoracontigolaspalomasquevanadormiralos parquesyanohablanconmigo); Noche, queridísima, por compasión , conPasión Vega, porfa; o como querais.
Estamos en un país donde no se puede fumar, pero cantar...ah, cantar: a voces.
Oído atento:

martes, 4 de enero de 2011

¡cantad, cantad, benditos!

Y entonces entra Aro y dice (mejor, para no equivocarme, vais a los comentarios de ayer) y Mamé contesta (misma opción)...
Y mi "cabecita loca" (hermosa canción) encuentra "en un rincón del alma" "la distancia" que separa a Mamé de mi. Y comprendo la la canción de mi vida son todas.
¿Cómo olvidar a Lluis Llach ? Dónde meto a Joan Baez? ¿qué hago con Sabina? ¿Y Manolo Tena? y Serrat y Silvio Rodríguez y Carlos Cano y Dulce Pontes y Pablo Milanés y Cohen y Luar na Lubre y Cristina Pato y Andrés do Barro y Elvis y Paul Anka y "ellos, los más importantes que jesucristo" y Tekila y los Brincos... Qué hago con Los Suaves, mis vecinos?
Dónde Manolo García y Ana Belén y Connie Francis.
Donde Juan y Junior y el Dúo Dinámico. En qué lugar Víctor Jara.
¿Y Jorge Cafrune y Marito? Maritrini, Vientos del pueblo.
¿Dónde estabais vosotros cuando yo cantaba a pleno grito "Frío amanecer, lluvia de cristal, no pude dormir, dejadme soñar, soñar...la juventud tiene razón, hay que seguir luchando por aquellos que no tuvieron tiempo de gritar".
¿Donde Mocedades?
"¿Porqué no olvido tu canción/ será porque tanto de amé?"
Porque soy tan mayor que tengo momentos para Elton John y para el Tom Jones.
Y voy de cualquier pachanguero a Nana Mouskouri.
La música de nuestras vidas necesitaría nuevamente una vida...Y nos olvidaríamos de canciones que merecen ser recordadas.
Pero, como un reto es un reto, ahí va mi propuesta:
¿Quereis que declaremos el mes de enero "Mes del oído" y que hablemos de música hasta que se termine?
Todos, cada uno en su blog.
Cada uno de vosotros puede hacer sus propuestas y , con todas, organizamos un sarao.
(Sabeis una canción que dice "viejecita si vas al sarao, dime por qué vas/ que el que baile contigo esta noche no pierde el compás/yo le dije si voy al sarao no voy por bailar/voy por recordar aquellos tiempos que alegres pasaron y no vuelven más", también esa es una canción de mi vida)

lunes, 3 de enero de 2011

¡Qué derroche!

Para ir respondiendo, y por si acaso, vivo en Paradela,24- 32152-Paradela de Coles, Ourense.
Y, sí, me encanta recibir cartas, ATREVEOS, porfa.

Pero, no vayais a pensar que la banda sonora de mi vida era solamente esa. No
Yo viví aquellos años 60 de guateques. De rocanrol, luego de Twist y de yenka y de lo que se terciara. Nos deshacíamos con nuevos pasos y aprovechábamos los descansos bailando Ramona o Siboney. Saltábamos con el dúo dinámico y nos acurrucábamos con Adamo. Rompíamos publicamente los discos de los que habían dicho ser tan importantes como Jesucristo y, secretamente llorábamos por haberlos roto.
Y eso nos preparó para bailar, ya en los 64 y más "el sorbito de champán" y "La otra noche bailando estaba con Lola, como niños besándonos en la sombra".
Ahora que lo pienso, como niños, nada, como adultos. En la sombra, en la semi sombra y en la luz. Con música, sin ella e incluso bajo la lluvia.
Como dice Ana Belén, "que derroche de amor, cuánta locura".
Que nos quiten lo bailado.

domingo, 2 de enero de 2011

Aquellos tiempos

Me pasé toda la mañana cantando, mientras podaba, limpiaba y cocinaba.
No una canción de esas que todo el mundo recuerda , porque dejan en nosotros una huella profunda. No, que va.
Esta canción no aparecerá nunca en el blog de Mamé Valdés, ni en el de nadie que hable en serio de la música.
Pero, quiera yo o no, esa canción está en mi infancia, junto con otras igual de raras y poco nombradas como "La ovejita Lucera" o "Ya estamos llegando a Pénjamo", que en su día me ayudó a entretener a una generación maravillosa de sobrinos...
Y, como todo lo sabe san google, allá me fuí, para saber si solamente está en mi memoria o alguien más la recordaba.
SI. Ahí estaba. Pero, oh sorpresa, solamente la mitad de lo que yo recuerdo.
Era una media burla de amores entre un chico llamado Eleuterio (Luterio) y una chica llamada Eufemia (Ufemia). Él le escribe a ella (según leí la canción es de Pedro Infante):
"Cuando recibas esta carta sin razón, Ufemia / ya sabrás que entre nosotros todo terminó.
No me escribiste/ y mis cartas anteriores no se si las recibiste
Tu me olvidaste /y mataron mis amores el silencio que le diste.
No se si a esta le darás contestación/ aquí queda como amigo
tu afectísimo, alegre y seguro servidor."
Seguí buscando, pero nada encontré, porque yo, en esa misma canción, cantaba la respuesta de Ufemia a Luterio. Y es esta:
"Luterio:¿recuerdas aquel Roque con quien tu te emborrachaste?
ahora es cartero y dice que me quiere desde que nos presentaste;
mira como andan en el correo, mejor tus cartas debías certificar.
Aquí termino, Luterio de mi vida, devuélveme las cartas, perdóname la letra y el papel. Ufemia"

Seguramente por eso la gente inventó el correo electrónico. Pero, yo sigo añorando aquellas cartas de antes...y esperar al cartero.