jueves, 31 de marzo de 2011

Primavera

La primavera se va haciendo cada vez más patente y va marcándome pautas.
El cambio de hora me ha dado una alegría, porque he encontrado, desprevenidos, a mis erizos, aunque cuando volví para hacer la foto, la hembra ya se había ido. Al fin sé que están vivos y celebrando la primavera.



Los caballos empiezan a cambiar el pelo y me avisan para que yo suelte también las camisetas y me empape de vitamina C...depilados y manicuras al solcito...ummmm.


Y las sábanas térmicas a la lavadora y a descansar en el armario, hasta el próximo invierno.


Ya es primavera en Paradela-Paradise...y no hay que comprar, como en el corte...



martes, 29 de marzo de 2011

Ellos


He acabado el mes de febrero y comenzado el de marzo en un continuado homenaje a todas nosotras, las mujeres. Muchos de vosotros, con vuestras fotografías, me habeis ayudado a hacerlo. Hoy es mi homenaje a vosotros, a los hombres. No tan largo, pero no por eso menos sentido y profundo. Hay una canción de Amancio Prada que siempre me hace llorar. Son versos de Miguel Hernández, de "El rayo que no cesa" http://video.sonicomusica.com/video/yt-1JHxU--F7A4/por-una-senda-miguel-hernandez-canta-amancio-prada/ A nosotras nos han negado muchas cosas. A vosotros han querido negaros el derecho a la sensibilidad y a su manifestación. Va este post para todos los hombres sensibles que me visitais. A los que un día, alguien, sin saber que era cruel, os dijo "Los hombres no lloran"

domingo, 27 de marzo de 2011

La maravillosa ley de la compensación



No cabe duda de que la ley de la compensación existe: después de sufrir por los suspensos, me compensó la vida con la hora de las alegrías.

El fin de semana tocó compañía, regalos exclusivísimos, como esa edición limitada con ilustraciones de Mariscal, imagénes de la película, y CD; ese libro de Punset que me será de gran ayuda para crecer y ayudar a crecer a otros; esa novela (sería mejor decir esa vida novelada) "La niña de los tres nombres", llena de cartas de un padre a su hija, en una época oscura de nuestra historia, donde la ternura y la bondad se hacen patentes en tiempos de maldad y egoísmo; ese marco digital que me muestra retazos de "mi Paradela amada". Pero, sobre todo, por encima de todo, haciendo que los mejores regalos palidezcan, presencias entrañables.

Siete a la mesa, el domingo.

(Como los siete brazos del candelabro, los siete colores del arco iris, los siete infantes de Lara, los siete pecados capitales...y que se repita setenta veces siete)