viernes, 7 de noviembre de 2008

Los mandamientos de la Santa Madre Iglesia

En cuatro comentaron hoy en las noticias que la Iglesia quiere recuperar "el diezmo".
Me entró la risa tonta al recordar mi infancia y como en el catecismo me obligaban a estudiar, no solo los mandamientos de la Ley de Dios (sabios consejos morales y sociales, base de cualquier convivencia) sino también los "de la Santa Madre Iglesia". Los de la Ley de Dios, todo el mundo sabe que eran diez. La Santa Madre Iglesia no se atrevió a tanto y los dejó en cinco. Pero,¡ qué cinco! Yo les llamaría los cinco del poder y la gloria. Porque si los cumplimos, la Iglesia es, desde luego la dueña absoluta del poder: ¿quién tiene poder sobre ti? sin duda alguna, aquel que conoce tus más recónditos secretos, aquello que consideras malo y que realizas a pesar de ti y el que tiene dinero...La iglesia , en uno de sus mandamientos,manda que te confieses, al menos, una vez al año (y, en peligro de muerte o si quieres comulgar). Por si eso no te mola, te obliga a confesarte y comulgar por Pascua Florida (para poder hacerte la pascua, vamos). Por si no estás convencido, te obliga a "oir misa entera todos los domingos y fiestas de guardar"...lo de entera es para que no salgas de la iglesia en el sermón (y poder comerte el tarro), ni cuando pasan el cepillo(que se llama así porque te deja los bolsillos limpios); también te mandan ayunar y abstenerte de comer carne todos los viernes del año, a no ser que compres una papeletita llamada bula(que vende la iglesia) que te permite comer carne, pescado o marisco (total, el que no tiene dinero para comprar la bula, seguro que tampoco lo tiene para comer carne, ni pescado, ni marisco, con patatas, arroz y legumbres va que chuta y para qué necesita bula...). Y, el último mandamiento de la Santa Madre Iglesia es "pagar diezmos y primicias a la Iglesia de Dios" Diezmo es la décima parte de la que ganas, así, por la cara. Primicia es el primer fruto del campo. Y ¿sabeis que es lo más rico del campo?, lo primero, la primicia, lo que esperas todo el año para recuperar aquel sabor delicioso del año anterior. ¿cual fruta es la más cara? la primera.
Y, la iglesia, que nos obliga a pagar, a dar lo mejor y lo más rico, se atreve a llamarse santa y
madre.