Aquellas vacaciones que me dí en el mes de diciembre, lo hice para turnarme con mi hermana y una "hermana temporal" en el cuidado de mi madre.
Y mientras velaba su agitado sueño, iba escribiendo en una libreta incongruencias y dispersiones que me ayudaran a no pensar en lo esencial.
Ahí va una parte:
"Con una voz que me pone, cantaba Manolo Tena "Hay una cosa SEGURA, lo prometido es DUDA".
Es seguro que tengo dudas
Por ejemplo, no sé con qué palabras piensan y sueñan los sordomudos, ni con que música sueñan y piensan.
Porque yo no sé pensar con imágenes ¿con qué imagen se piensa la abstracción o la nada?
Tampoco sé qué colores viven los ciegos
Y, cuando alguien me dice que es muy mentiroso¿ debo creerlo o no? ¿por qué?
Vosotros, que vivís en la ciudad, a lo mejor no sabeis que hay gallinas que se comen los huevos ¿será que ellas saben qué fue antes?
Que maravilla no dudar
Qué maravilla dudar"
Y ese escrito, entre otros, ya estará unido para siempre al duermevela de mi madre, viva.