Un recuerdo encendido para aquel para quien "temprano levantó la muerte el vuelo", con quien he disfrutado tantas horas.
Porque, desde que estoy en Paradela pertenezco a los que tienen "sus cuerpos trabajados, como contelaciones".
Desde esta tierra donde viven los " gallegos de lluvia y calma".
Y hoy llego a él con dos profundas heridas "la de la muerte, la de la vida".