martes, 2 de marzo de 2010

Trabajo y más trabajo




Gracias por vuestra preocupación.



Al final fue menos de lo que se esperaba: algunas tejas volando, los animales pasando miedo y yo más preocupada por ellos que por mi.






Y como después de la tempestad viene la calma, el tiempo mejoró algo y empecé nuevamente a trabajar, porque ahora viene el tiempo de siembra de las patatas, la siega de hierba fresca para los caballos y la limpieza de los bordes de una finca que tengo un poco alejada de la aldea.



Es preciosa. Su nombre real es "A zarra do cuteiro", pero yo le llamo "El estanque", porque tiene un manantial en el que se crían carpas de forma natural.



Hay carpas, ranas, renacuajos y tritones. Es un mundo especial y fascinante.


Y, bajo esa gran piedra me siento a escuchar los sonidos del silencio de la naturaleza.