Como a veces las cosas no se avisan, aprovechando un cumpleaños no celebrado y en santo de todos los padres del mundo y considerando que no pudimos ir a las fallas, lo que no puede fallar es la alegría.
Y mi hermanita la pequeña decidió venir a comer ayer y hoy.
Evidentemente la comida importa, porque ya se sabe la importancia de la alimentación; pero la bebida, ah, la bebida, eso si que es importante...y, ahí teneis: probamos por primera vez (ayer, hoy repetimos) ese vino de Lisboa, "Reserva dos amigos". Bajar, bajaba muy bien. Al cabo de un rato notamos también cómo subía.
No dejeis de probarlo si teneis ocasión. Merece la pena incluso la etiqueta.