Dijo el filósofo (creo que fue Carlos Castaneda, por boca de su chamán, Don Juan) "es imposible volver a casa". Cuando yo anteayer ponía ese título, no sé si era envidia a esa simplicidad de mis animales que a ellos sí les permite volver a casa.
Es posible que su dueña no sea la misma que cuando ellos se fueron, por eso yo "no puedo volver a casa": cada minuto nuevo de mi vida, me cambia, yo ya no soy la misma que ayer, que hace quince días, que cuando ellos se fueron al estanque.
Por eso hoy inicié ese camino; porque Machado decía "y al volver la vista atrás / se ve la senda que nunca/ se ha de volver a pisar", cambian las huellas, crece la hierba, cambian el camino y el caminante.
Pero el día que yo falte alguien se preguntará quién les facilitó el paso entre una puerta y otra, para no mojarse...
No sabrán que lo hice cuando incluso mi horóscopo, que raramente acierta, no se equivocaba demasiado.
Solo tengo pena de no tener capacidad para haceros llegar a donde estoy.
(Recordad, Géminis. Y se equivoca en lo del trabajo)