Siento mucho tener que llevaros la contraria, porque esa canción fue el principio de la emancipación femenina.
Como esas dos cerezas, que han decidido ser felices juntas (lo siento, señora Botella, no eran manzanas ni peras, eran cerezas), las niñAs de entonces podíamos elegir con qué SEÑORITA nos queríamos casar (eso dice la canción, anticipándose en muchos años al mes de abril del 2005). Eso por un lado.
Por otro, los machistas de verdad no consentían que su mujer trabajara fuera de casa (pues no faltaría más, "yo puedo mantener a mi familia, que para eso soy un hombre") y cuando las mujeres empezaron a tener oficios (o carreras) pudieron tener dinero propio y, por tanto "Habitación propia". Tanto es así que cuando alguien decía "fulanita cose para fuera" quería decir que su marido tenía unos hermosos cuernos...
Pero vuestras opiniones son señal de que sois muy jóvenes.
Y ese "que sepa abrir las puertas para ir a jugar", me encanta: nunca jamás deberíamos perder el sentido de lo lúdico.
Juguemos, por favor, siempre.
Está claro que esas cerezas podían haber elegido a esas cerezas macho ¿o creísteis que no había?
Y cuando hoy por la mañana Dilaida me dijo que tenía cerezas maduras, allá me fuí...¿qué panzada!
Esas son las flores del quiwi macho que han cumplido tan bien su cometido que todos los insectos han buscado en él su polen
para depositarlo sobre esas hermosas flores de quiwi hembra ¿veis? son más blancas
Y, si os fijais, ahí, en la parte de arriba, a la izquierda vereis la cola del "herrerillo" macho, entrando al nido en el que se turna, con su hembra, para alimentar a sus nueve crías
Ahí lo teneis, con algo en el pico.
Siento no poder fotografiar el nido y las crías: lo han hecho tan bien que no puedo meter la cámara tras la piedra.
La naturaleza nos da ejemplo. En todo.