La luna está creciendo y se asoma, aún de día, sobre el cerezo.
Las rosas del azafrán, en la maceta que meses antes contuvo y arropó a Mila, asoman con fuerza,
trayéndome aromas de la Mancha,
mostrando su tesoro y su hermosura,
sin recato.
El día ya se va
los caballos ya descansan en la cuadra y los perros y yo nos vamos a casa.
A reencontrarnos con Susana Tamaro.
A recuperar, con ella, las cosas que ya sé
sobre la vida, sobre el campo, sobre la soledad
y sobre la bondad.
Porque la gente dice siempre "yo por las buenas soy muy buena, pero por las malas , soy terrible" Y me pregunto qué mérito tiene eso. Yo creo que la bondad consiste en ser capaces de ser buenos con los malos.
Lo otro es dejarse llevar y no tiene mérito alguno.