Como si intuyese que la vida no es un jardín de rosas,
ni un remanso de paz, ella que acaba de nacer, cierra los ojos por si
acaso, para abrirlos poco a poco y con cuidado. Se los tapa para que la
luz viciada de mentiras no le duela en el alma nueva que amanece.
Espera sin embargo que el mundo no la maltrate demasiado con la
crueldad y la maldad de la gente. Espera sobre todo que la mujer que le
ha dado la vida entre lágrimas y dolores, no vuelva a llorar por las
noches a causa del maltrato y el desamor, espera que al menos sea una
niña querida por esa madre que le ha cantado bajito nanas en las
madrugadas de insomnios lentos.
El sol le duele al salir de la amorosa cueva, se ha desatado el
lazo y ahora respira libremente, es un ser autónomo, una niñita asustada
ante lo desconocido, ante lo nuevo. El abrazo maternal la mece y la
arropa en su pecho dándole el calor y el amor necesario para sentirse
protegida.
Ese amor es el pasaporte para su felicidad de niña, es el único amor sin fecha de caducidad. El amor de madre.
Número 3: "Amor de madre"
MUJEREJUM
Que una mujer sea minera es un logro, pero la gran conquista es ella
dirija la mina. Es importante que una mujer juegue al futbol pero el triunfo
será que sea presidenta de la liga nacional, padres, maridos e hijos… pero
también madres, esposas e hijas…
Número 4: Mujerejum
