Y yo le dije:
-"Ana, hoy antes de marcharte, ya verás qué luna más bonita hay en Paradela".
Nada. No le dió la gana de salir.
Cuando ya regresaba, allá por el camino, desde Soutullo, ya la vi, asomando por el Este.
Vine derecha a la galería y, en bajito , para que los vecinos no puedan confirmar que estoy loca le dije:
-"Me dejaste quedar mal"
Y la luna me contestó:
-"Bueno , vale, perdona, me entretuve. Pero vete a buscar la cámara que me voy a quedar quieta para que te salga bien la foto. Y se la mandas".
Ahí te va, Ana, con disculpas de su parte.