viernes, 18 de diciembre de 2009

Aminatou Haidar

Te pido perdón.
El año pasado por estas fechas hablé de la celebración de la navidad en el instituto en el que trabajo.
Hoy vuelvo a recordar las palabras de la niña saharaui "Y la gente se pide perdón" ( entrada del 30 de diciembre de 2008).

Yo te pido perdón, Aminatou Haidar.
Solamente puedo hacerlo en mi nombre, porque no represento a nadie.
Está establecido que cada navidad un saharaui me enseñe cosas sobre la vida: será su mirada, que no choca contra el horizonte (frente a la mía, de minifundio); será su luz de sol abierto (frente a la mía de lluvia mansa que me puebla); será la arena del desierto (frenta a la hierba verde y mansa de mi paisaje). Pero aprendo.
Yo aprendo que cuando lo único que se tiene es la dignidad y la vida, exponemos la vida para salvar la dignidad.
Aprendo que hay hombres que recurren a una bomba pegada a su cuerpo. Y esa bomba es un grito salvaje y repentino y mueren matando.
Aprendo que hay mujeres que recurren a la muerte lenta del hambre. Y esa huelga es un lamento. Y mueren despacio, haciéndonos pensar.

Dicen que Marruecos ha cedido porque negoció la venta de fruta a Europa; dicen también que ha cedido porque España RECONOCE que en el Sahara se aplica la ley marroquí...
Yo, en mi nombre, solamente en mi nombre TE PIDO PERDÓN.
Y desde mi corazón, ansío un Sahara libre.