La niebla los desconcierta y me llaman.
Pero la mejor llamada de mi regreso, hoy al mediodía , fué la que me esperaba en el buzón...amapolas de Caruano, con una maravillosa dedicatoria. Yo nunca podré corresponder a su arte en el pintar ni en el decir.
Y esa felicitación de Marifé Santiago Bolaños, de quien un día os enseñé unos libros.
Soy feliz.