Durante meses hubo a mi alrededor un silencio cómplice.
Y, en ese tiempo, un libro viajaba por toda la geografía española,
de sur a norte, a este, a oeste. Llenándose de palabras que dan vida.
Y aunque a veces me sentí en caída libre hacia el vacío, estaba sujeta por la liana de la amistad.
Gracias.