jueves, 15 de octubre de 2009

De nuevo la edad


Bueno, la edad y alguna otra cosa, porque, sigo revolviendo y me encontré una cajita de cigarrillos, de esas metálicas que son preciosas, llena de billetes del metro de París, de cuando estuve allá por el 68. Sí, sí. Ya sé que los que sois un poquito mayores estareis pensando en el Mayo francés... pues, como dijo Dante: perded toda esperanza los que aquí entreis : estaba tan enmimismada, tan perdida, me sentía tan ajena que no me enteré de nada, solamente estudié un poquito en la Sorbona, en cursos de francés para extranjeros ( y aún siendo solo eso, qué bien suena ¿eh?).


Otra cosita: ya os conté que en clase estamos en círculo: de un lado tengo a Tonino y de otro a Marta. Yo no suelo llevar reloj, porque organizo bastante bien y la estructura mental la tengo clara. Pero si algún día cambio cosas (nos cambian de clase, hay algo diferente de que hablar con lo que yo no contara previamente, o tengo un examen), pido ayuda. Al principio de curso, que tenía a Nacary al lado le dije "avísame en diez minutos" y el otro día de dije a Tonino "¿podrías poner tu reloj en la esquina de la mesa, por favor?". El martes me fijé que en la esquina había un reloj al que le habían quitado la correa...Los miércoles, como tenemos menos tiempo se sientan de manera convencional y yo me muevo por el aula. Pero hoy (martes, jueves y viernes) tocaban dos horas y allí estaba el reloj otra vez. Le dije a Tonino "gracias, Tonino, ya me fijé el martes que te preocupas de mi" Abel, que está a su izquierda y él, se rieron y me dijeron :"llévalo si quieres y nos lo devuelves a final de curso" Me encantó. Por un lado, su preocupación, por otro la aclaración de que no era un regalo, para no ser malinterpretados; por otro aún, el detalle de esperar a que yo me diera cuenta...ahí la teneis, la juventud de ahora.
Y la respuesta es DE NUEVO LA EDAD.
Cada vez que yo digo que soy una anciana, desde mi hermana la mayor , a mi querida María, pasando por muchos de vosotros os empeñais en decir que no. Y tengo claro que no nos entendemos, seguramente porque entendeis que es MALO ser un anciano. Yo también lo pensaba, hasta que he llegado y veo que es MARAVILLOSO. Sí, de verdad : tengo 63 años; la cabeza funciona como un ferrari; el cuerpo como un ford de gasoil. Puedo decir lo que quiero, porque la gente, si me equivoco me perdona por la edad y si acierto, genial; puedo hacer lo que quiero, porque ya no se me ocurre querer hacer cosas demasiado arriesgadas (estuve atenta y me lancé en parapente con cincuenta y pocos, monté a caballo con lo mismo y para andar en quad no hace falta nada más que ganas, que se mueve solo, igual que el coche, o una moto, si se tercia); gano más de lo que gasto, porque tengo caprichos sencillos y en relación con la vida del campo, lo que me exime de cenas de gala, joyas de la corona, zapatitos de charol y "pasminas" de pasmar; como lo que quiero, porque mi cintura no se queja y luego ando, siego, planto y cavo; no uso cadenas, ni sortijas...hoy, pensando, traté de recordar cuándo llevé un collar y solamente recordé el de mi Chata querida, en la mano, el día que se murió.
Y cuando tuve que responder a Tonino, le dije : "no, gracias; si no te importa, lo traeis vosotros y lo dejais ahí cada día. Yo ya no quiero llevar conmigo un reloj me obligue a no perder el tiempo".
Dejadme, por favor ser una anciana. Que lo seais cada día un poco más es mi deseo.