Gracias a internet , sé cosas que nunca pensé llegar a saber. Gracias a internet, conozco personas que nunca pensé llegar a conocer.
A veces es abrumador, por sus ocultos, enigmáticos e indescifrables significados.
Este verano, en mis viajes a lo largo y ancho de este mundo llamado blogosfera, encontré a Mariel Manrique. Entré en su blog , de puntillas: es una mujer valiente, atrevida, incendiaria. Leer sus post funcionaba en mi como una carga de dinamita, que me tragaba, me explotaba dentro y se expandía. Poco a poco empecé a comentar, timidamente, porque en su blog hay un grupo selecto, intelectual y con amplios conocimientos de poesía.
Un día le escribí un mail. Ella contestó. Al cabo de un tiempo, otro. Cuando quise darme cuenta la correspondencia era frecuente.
Un buen día tuvo la peregrina idea de preguntarme si me podía mandar, para que los leyera, unos poemas que enviaría a un concurso...poneos en mi lugar : fué como si un niño que lee de corrido le pidiera a un deletreador que lo escuche... Y me vi inmersa y traspasada por un mundo que me robaba hasta el aliento; escribiendo cada día, varias veces al día.
El libro se acabó, pero la amistad ya había nacido. Entonces nos conectamos por el Messenger y charlamos dos o tres veces, hasta que, sin saber por qué, perdimos la voz. Tenemos la imagen pero perdimos la voz. Entonces, Mariel me enseña cosas: Un patito con una boa, sus cuadernos, los lápices de animales, sus muñecas...las cosas que se enseñan entre mujeres, las tonterías que nos hacen felices, sin que, a veces, sepamos por qué...
Y yo tengo ese cuadro desde hace 35 años. Me lo trajo de Madrid un amigo que se llama José Luis G. Llamas. Tiene la maravillosa virtud de ser cambiante, porque es un espejo y, como veis, su fondo cambia según donde esté.
Lo cogí de la estantería en la que está y se lo enseñé. Se levantó y me enseñó uno exactamente igual.
Después se echó a llorar.
(La respuesta de la mujer que llora la encontrais clicando en el lado derecho sobre el libro"La constelación de Andrómeda: es Paradela la que duerme bajo las estrellas).