porque él cuando viene a Galicia, encuentra el agua muy fría. Claro que se refería al agua del mar, siempre en movimiento, en cantidad enorme y con la suave temperatura de la costa. Ahí, pegado a la piscina puse un termómetro al sol...53 grados a las 12 del mediodía.
Ojalá el agua estuviera más fría...
Sobre ese mantel veis los banquetes que los pájaros se dan a mi cuenta; veintitantas comidas, los muy sinvergüenzas y dejan el rabo solamente, a pesar de lo grandes que son. Hay veces que me dan ganas de matarlos.
Tengo una nueva ahijada: hace días encontre en la pared de la escalera de la piscina, cerca del rebosadero una cosa rara, parecida a un gusano, pero inmóvil. Comentando con mi hermana le dije que pensaba si sería el capullo de una futura libélula a la que su madre había puesto cerca del agua.
Hoy, después de poner la lavadora, desde una ventana de la galería me pareció que algo había cambiado. Allá me fuí, a todo correr, con la cámara: el capullo estaba abierto y, en el agua, estaba ella. Me pareció que ya estaba bautizada y la saqué. A los diez minutos, sus alas estaban secas y ella viva.
El siguiente efecto mariposa que sintais, llega desde Paradela