Lo que para la mayoría de la gente supone una tragedia, me sirvió a mi, ya lo veis, para hacer locuras. De las tres partes del conducto, la que da a mi cama habitual la pinté de rojo pasión, con mezclas anaranjadas...calor, calor (la gente , para dormir necesita colores pastel).
En el frente pinté el día, la noche, el mar y una figura de una loca gritando con las manos levantadas (ahí , el día, la noche y el mar)
El lateral de la cama de al lado, con dibujos infantiles y cuentos, para poder, cuando me siento muy mayor, cambiar de cama y leer (esa mariquita se va desnudando, quitándose los lunares y se convierte en una cereza, según veis en el dibujo de más arriba).
Encima de esa mariposa hay un arcoiris, con los colores que me dió la gana. La mariposa no puede volar, porque tiene las alas diferentes, por lo que, seguramente, debajo le pintaré un avión y un paracaídas, para cuando queramos ir a dar una vuelta.
De niños, poetas y locos, todos tenemos un poco.
Lo malo no es estar loco, lo realmente malo es no ser suficientemente independiente y tener que dar explicaciones.
Yo soy, felizmente, loca.