Hoy tuve un día especial: aparte de mis clases, al volver a casa me encontré con un envío por correo certificado. Alguien maravilloso me mandó un mandil de manufactura propia. Así llegó
Y así me quedó la cara...
Luego vino Abel y preparamos los envíos de los libros, que saldrán mañana y recibireis pasado mañana. Y, cuando se fué, me puse a abonar el terreno para mis guisantes;
Hice una primera pasada de fresa, que veis ahí a la derecha
Y luego le subí el mecanismo que le permite hacer el fresado más profundo.
Al terminar, volvió a su lugar de reposo.
Y así quedó el terreno.
Y, para aquellos que nunca han oído hablar de la influencia de la luna en el campo, he ahí un apunte.
Desde podas a preparaciones del terreno, pasando por siembras y recogidas del fruto. Hasta con qué luna se debe abonar.
Y yo, que no soy selenita, soy lunática declarada.