Ahora, en estos tiempos, las familias casi no se reúnen, porque tienen espacios propios desde los que se comunican por la red. Hubo un tiempo en que las familias se reunían a ver la televisión...pero antes, antes de antes, en mi casa, por la noche nos sentábamos alrededor de mi hermana Mª José, la mayor, y ella, para todos, leía con una entonación perfecta, los artículos que en "El Faro de Vigo" publicaba don José María Castroviejo.
Y nunca se borró de mi memoria aquella historia del Anticristo. No sé si por el énfasis que ella puso o por lo tierno de mi edad, que no tenía más de diez años.
Es hoy el día, en que me estremezco cuando llega la noche.
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