Para vuestra tranquilidad (y la mía) he de deciros que esas señoras que tiran del canuto con ansia, tienen unos maravillosos hijos: serios, responsables y educados.
(Menos esa jovenzuela, que podría ser hija nuestra ,con sus treinta añitos recién cumplidos)
Y esa maravilla de saber cuándo se pueden perder los papeles, cuando se puede recuperar aquella lejana locura, no es que me guste, es que me encanta.
¿Y a vosotros?