viernes, 5 de diciembre de 2008

Nada que contar

Me he pasado la tarde leyendo vuestros blogs.
La semana me la pasé en múltiples cosas, desde corregir exámenes (terrible, terrible) a acompañar al herrador que vino a cambiarle las herraduras a los caballos.
Todo en la casa es rutina: desgranar maiz, molerlo, echarselo a los pollos y los caballos, preparar la paja, hacer fuego a los chorizos; carretar leña para la chimenea; limpiar, cocinar, fregar, hacer la cama; lavar la ropa, planchar...preparar clases, idear trabajos, buscar motivaciones diferentes. Pasear a los perros, dar una vuelta en quad, recoger verduras.
La vida. Plena.
Y, el fin de semana, seguramente con visitas. Más vida.
Y leer.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Y van tres

En mi tierra, cuando alguien se pone muy pesado y habla siempre de lo mismo, se dice "¡Qué teima colleu!". Por eso os pido perdón, pero, permitidme que hoy, tercamente, obsesivamente, vuelva a la violencia machista. Vuelva a lo que yo considero la culpa del maltrato.
Hace mucho tiempo, leí en alguna parte que los alemanes, en la segunda guerra mundial, en un campo de concentración en Francia, a los presos un día les hacían levantar un muro y al día siguiente (o cuando lo habían acabado) tenían que deshacerlo. Evidentemente, loque querían era minar su moral.Eso es el trabajo doméstico: lo realizas cada día y, al día siguiente no hay nada hecho. Y por eso es tan fácil menospreciarlo, quitarle mérito, infravalorarlo.Y, todas las personas que lo realizan tienen que hacer un verdadero esfuerzo para reforzar su autoestima, para no caer en la sensación de no valer para nada. Por eso es importante compartir el trabajo doméstico: no es solo por las ayudas, es para compartir sensaciones. Y no es el hombre el que ayuda, ni el hijo, ni la hija: somos todos los que participamos en limpiar, de la misma manera que participamos en ensuciar; en cocinar y en comer; en planchar y en arrugar. Y es muy habitual oir a los que hacen algo en casa decir,muy ufanos "yo ayudo mucho a mi mujer" y no se dan cuenta de que eso también es machismo: están dando por supuesto que el trabajo doméstico es "de su mujer" (cuántas de vosotras firmabais para que vuestro marido "ayudara"). Cuando cambiemos la mentalidad estaremos solucionando el problema. Estoy bastante aburrida de " a estas alturas, mi marido ya no va a cambiar" "es que no sabe" "el arregla los enchufes" (como si hubiera que arreglarlos todos los días). Y, eso lo dicen las mujeres, no los hombres. Y, a los niños los educamos "tambíen" (no solo), nosotras.Y, ahora que vienen los Reyes, les pondrán a los niños unos balones y unas pistolas para que vayan aprendiendo a jugar y a matar; a las niñas, cacharritos, cocinitas y un muñeco que hace pis, para aprender a cocinar, fregar y cambiar pañales.( Ya habreis visto la piblicidad de Nenuco de Famosa: recomendado por la revista "Ser Padres"). Hace muchos años a los niños les ponían el Exin Castillos (un excelente juguete para que niños y niñas aprendan a encajar piezas, despierten su imaginación y coordinen) a las niñas se les daba el papel de Prince-sas de ese castillo infantil. Y cuando la princesa era mayor se convertía en "el descanso del guerrero".
Porque,"Dios está entre los pucheros", "todos los caminos conducen aRoma", es decir, todas las cosas pueden llevarnos a lo mismo, el más pequeño detalle nos prepara para el futuro, hay que educar en todos los ámbitos.Hagamos examen de conciencia ¿qué le han pedido tus hijos, sobrinoso nietos a los Reyes Magos? ¿por qué?