sábado, 5 de enero de 2013

El juicio de Paris

Abundando en los dos post anteriores, esta mañana me reía sola, pensando que cada uno vemos, leemos e imaginamos según nuestra aportación personal . Y, ante el "Juicio de Paris" (cualquiera de ellos, pero me encanta ese Mingote-Botero), mientras yo solamente puedo pensar en diosas  portadoras de las más ruínes e insanas envidias y venganzas y en un pobre Paris que se hubiera equivocado en calquiera de las elecciones, alguien como Isabel romana  hubiera imaginado la Ilíada completa y el viaje de Eneas, con su padre en brazos y parada en Cartago, para encontrar a Dido.
Y volví a leer y disfrutar, de un tirón, "Dido, reina de Cartago"

viernes, 4 de enero de 2013

Enero con luna menguante

 En este último paseo , que anuncia el soleado día de mañana, mientras Koro busca rastros,
yo medito sobre mi post anterior. Y pienso que cada uno de nosotros hemos entendido, según nuestro personal ángulo, aquello que hemos querido entender o que nos hace crecer, según el espacio en el que estamos.
Yo entendí que hemos de esforzarnos por  comprender que cada uno de nosotros está en un diferente escalón en el ascenso hacia la sabiduría, la comprensión o la felicidad y que hay que respetar la evolución de los otros y no pretender ponerlos en nuestro nivel (sea el suyo superior o inferior al nuestro).
Por eso mismo, aquello que otros piensen sobre nosotros no debe importarnos.
En general, soy una mujer feliz y a veces pretendo enseñar a otros ese camino, sobre todo si sufren. Vano intento y gran estupidez: cada uno tiene sus pasos contados y personalizados para alcanzar lo que necesita en cada momento.
Y envidio a Koro: no necesita pensar, se entrega a su olfato y ,acaso sin saberlo, es feliz.

miércoles, 2 de enero de 2013

Para empezar el año



Encuentro en el blog de Azul Añil "Los diez mandamientos del silencio"


Siempre encuentro allí preciosidades para meditar

Si entrais  aquí   

podeis leer los diez. Todos ellos son importantes, pero algunos son imprescindibles para ser felices con la persona que os acompañará para siempre: vosotros mismos.

10. Deja que cada quien resuelva sus problemas y concentra tu energía en tu propia vida. Ocúpate de ti mismo en lugar de estar siempre defendiéndote. Cuando tratas de defenderte en realidad estás dándole demasiada importancia las palabras de los otros y le das más fuerza a su agresión. Si aceptas el no defenderte estás demostrando que las palabras de los demás no te afectan, que son simplemente opiniones y que no necesitas convencer a los otros para ser feliz. Conviértete en tu propio maestro y deja a los demás ser lo que son o lo que tienen la capacidad de ser. Dicho en otras palabras, vive siguiendo la vida sagrada del Tao. Respeta la vida de los demás y de todo lo que existe en el mundo. No trates de forzar, manipular y controlar a los otros."


Como dicen en la peli, "que la fuerza os acompañe"