jueves, 4 de febrero de 2010

Cómo se abrazan



Ahí los teneis, abrazados, vistos desde arriba y desde abajo.
Unidos para siempre, como dice la canción. Y con futuro: nada de reproches, de palabras malsonantes, de insultos o de "déjame sitio".
Formando un todo para sostenerse. Haciendo cuerpo.
Ellos creen que para siempre.



miércoles, 3 de febrero de 2010

Sigo trabajando

La luna sigue en un buen momento, ayer hizo un sol magnífico y hoy hubo alguna nube pero fueron dos días perfectos para trabajar el campo.
Por fin acabé de podar los mimbres. Hacía ya muchos años que no los podaba yo: primero me lospidió una vecina, para la ata de las cepas y, evidentemente, le dije que sí: Dos años más tarde me los pidió el vecino que más pendiente está de mi (aunque hay varios pendientes) y, por supuesto, empezó a podarlos él.
Cuando yo compré esta casa, los mimbres ya eran grandecitos. Son tres, con vocación de hermanos. ¿Sabeis que, con un poco de ayuda, se enlazan unos en otros? Y, cuando llegué, estaban enlazados. Luego, las ramas de enlace se secaron y el vecino que podaba no se preocupó de unirlos... este año , los uní yo. El primer día hice un churro, los enlacé fatal, hasta parece que tienen esquinas. Pero, hoy...hoy le encontré el punto: abrazados quedaron los tres. Y así engordarán juntos y me asombrarán en las siestas del verano...
Y, he tenido otra alegría: como siempre que paso la fresita o trabajo la tierra, vino a acompañarme y cantarme, el petirrojo

lunes, 1 de febrero de 2010

Brindis

Ayer tuve una invitada a comer. Estoy siempre deseando tener alguien a comer para poder abrir una botella de vino rico. Ese me lo mandó mi hermana segunda (una caja de botellas como esa).
Es verdad que no necesito muchas disculpas para hacer una fiesta, pero el vino me gusta compartido, porque sola no puedo reirme ni charlar, que es la función del buen beber.
Quedó ese que veis y decidí brindar con la gente del este, por la gente del este, (y una del oeste).
Brindé por internet, capaz de unir catalanes, murciana y gallegas , palpitando con un solo corazón durante una semana.
Y no tiré la copa por encima del hombro, porque tenía tantas huellas que no se hubiese roto.
Jose Luís, Su, Ramón, Isabel y Dilaida: fue por vosotros. Gracias.