Como cada año, nos hemos reunido para celebrar el cumpleaños de mi madre, que, aunque no está en presencia física, está en nosotros.
Durante horas, aparte de comer, jugamos
y disfrutamos de la infancia ,incluso aquellos que la hemos perdido
y, para marcar espacios, están los zapatos, aunque la gente normal los use para calzarse, que saltar descalzo sobre el césped , no hace daño.
Para, en un futuro, recordar lo que aprendimos en casa (juntarnos en familia, al menos una vez al año)
y decir "te acuerdas cuando..." y volver a vivir la felicidad con tanta intensidad
como en estos momentos.
Porque en eso consiste la felicidad: en ser conscientes de que lo somos.
(Y se notan las ausencias de aquellos que estan lejos (Florencia), muy lejos ( Lima y Dallas), casi cerca (Madrid), cerca (La Coruña)...Pero aun sin estar, todos estuvisteis.
domingo, 31 de mayo de 2015
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