-Tanta ansiedad y ahora tardas en salir...
-Ya sabes, es por aquello de Gogol "nuestra vida transcurre entre el ansia de un deseo y la melancolía de una posesión"
-¿tienes miedo del vacío despues de haber escrito?.
-Creo que no.
-Cuenta entonces.
-El domingo fuí a comer a casa de mi hermana pequeña. Mi sobrina, la segunda más pequeña contó que está invitada a una boda el 7 de junio. Según ella hablaba, en mi mente estallaron (no esas bolitas que hay en los sobres acolchados para proteger los envíos, que son un vicio y hacen plif; tampoco el big-ban, que mi cabeza es la de una vieja de pocas luces y no alcanza a tanto) las luces multicolores de la batalla naval de Villagarcía; aquella batalla naval a la que Gerardo decía que iba a ir, pero siempre se perdía porque, en la espera, lo llevaba el sueño en la chaiselongue de la abuela.
(-No te va a entender nadie, eso hay que explicarlo.
-No. Si yo quisiera explicar eso me dedicaría a escribir, porque eso es solo parte de una etapa. La etapa de la silla delante de la puerta. La etapa del carnaval de Xinzo. La etapa de la escuela en el portal. Sabes que no quiero.
-Pero un día quisiste
-Sí, hasta que uno que sabía de que iba me dijo que escribir era una cuestión de oficio, de trabajo, de repaso, de comunicación de lo justo...y yo no quiero eso. Yo quiero decir lo que me nace. Sin más. Nunca me interesó ni la fama ni el éxito y, en honor a la verdad, sé que no tengo nada que aportar ni en la forma ni en el fondo. Solamente quiero jugar y divertirme).
-Te decía (y, por favor, no me interrumpas) que me renació la infancia.
-Cuenta, cuenta.
-Sí, cuento. El 7 de julio tiene que ir a una boda a París. Nada es casual. Me voy con ella.
http://paradeladecoles.blogspot.com/2009_11_01_archive.html
(hay que leer esa entrada y la anterior)
viernes, 2 de abril de 2010
jueves, 1 de abril de 2010
Con pan y vino se anda el camino
Estoy llegando. Esta es la entrada 299.
El resultado de la 298, está en los comentarios. Enhorabuena a Thornton, Nina, Maia, Dilaida, Arobos y Felipe. Buenos chicos. Sobresaliente. Los demás habeis aprobado por venir a clase, con la condición de que, desde ahora hasta final de curso, leais el libro.
Estoy tan impaciente por llegar a la entrada trescientas que hasta el Chispa me busca las manos y me pregunta, a su manera, que me pasa...camina haciendo curvas, para no perderme de vista, que si va en línea recta, quedo detrás y no me ve.
El que obedece siempre a la primera y a la carrera, es el Cuco. Y si me oye decir a casa, a su casa se va, derechito.
Yo nunca he sido así.
miércoles, 31 de marzo de 2010
Lecturas
Hoy os propongo un juego. Un maravillosos juego que sé quién puede ganar...pero no lo hará porque anda por la calle, aprovechando la Semana Santa murciana (murciana y gallega y gitana y de otras gentes de mal vivir que diría aquel rey, al que agradezco el hermanamiento).
Bueno, al grano (a falta ya, en mi edad ,de acné juvenil):
Estoy aprovechando las vacaciones, entre otras cosas, para leer.
Dos libros: uno muy fácil porque solo hay que verle "los santos" (así decíamos en la infancia); es todo de fotos y me lo regaló uno de mis sobrinos, el domingo, en la comida en casa de mi hermana pequeña, para celebrar su cumpleaños y que será la clave de mi entrada 300...TRESCIENTAS entradas. Estoy deseando llegar, porque será un bombazo (para mi). Me encanta rodear de parafernalia las rutinas, porque si no, la vida es un aburrimiento.
Decía, el primero, de fotografías de la ciudad de Ourense, precioso, regalo de un sobrino, del más pequeño de todos mis sobrinos.
El segundo, regalo de una señora que está un poco loca. Maravillosamente loca.
No sé si agradecérselo a ella, a Javier Marías, (que es el traductor) o a Laurence Sterne( que es el autor).
Un libro tan especial que, lo abras por donde lo abras, puedes leer sin necesidad de lo anterior y lo siguiente. Un libro de un genio con un humor tan especial que solamente lo puede traducir un genio.
Evidentemente, lo anterior y lo siguiente enriquece cada lectura, pero no es indispensable.
De una tan magnífica irreverencia que resulta increíble que haya sido escrito un hombre nacido en 1713 y vicario...
El libro se llama "Tristam Shandy".
¿Quién adivina o sabe, el origen de la narices grandes o pequeñas, según el libro?.
Estoy llegando a la entrada número trescientos, pero, mientras, intentad adivinar.
Bueno, al grano (a falta ya, en mi edad ,de acné juvenil):
Estoy aprovechando las vacaciones, entre otras cosas, para leer.
Dos libros: uno muy fácil porque solo hay que verle "los santos" (así decíamos en la infancia); es todo de fotos y me lo regaló uno de mis sobrinos, el domingo, en la comida en casa de mi hermana pequeña, para celebrar su cumpleaños y que será la clave de mi entrada 300...TRESCIENTAS entradas. Estoy deseando llegar, porque será un bombazo (para mi). Me encanta rodear de parafernalia las rutinas, porque si no, la vida es un aburrimiento.
Decía, el primero, de fotografías de la ciudad de Ourense, precioso, regalo de un sobrino, del más pequeño de todos mis sobrinos.
El segundo, regalo de una señora que está un poco loca. Maravillosamente loca.
No sé si agradecérselo a ella, a Javier Marías, (que es el traductor) o a Laurence Sterne( que es el autor).
Un libro tan especial que, lo abras por donde lo abras, puedes leer sin necesidad de lo anterior y lo siguiente. Un libro de un genio con un humor tan especial que solamente lo puede traducir un genio.
Evidentemente, lo anterior y lo siguiente enriquece cada lectura, pero no es indispensable.
De una tan magnífica irreverencia que resulta increíble que haya sido escrito un hombre nacido en 1713 y vicario...
El libro se llama "Tristam Shandy".
¿Quién adivina o sabe, el origen de la narices grandes o pequeñas, según el libro?.
Estoy llegando a la entrada número trescientos, pero, mientras, intentad adivinar.
martes, 30 de marzo de 2010
Mi abuela (foto de 1913-mi madre y mis abuelos)
Cada día me acuerdo más de mi abuela.
Hace ya más de cuarenta años que murió, pero según me voy haciendo más mayor, voy comprendiendo cosas que ella me decía y no comprendía entonces.
Recuerdo, por ejemplo, que andaba yo, siendo niña, con mi "La cabaña del tío Tom" leyendo y llorando...solamente dejaba de leer para sonarme y secarme las lágrimas que me impedían ver.
Y mi abuela me dijo: "Pero, mujer, ¿por qué tienes que leer un libro que te hace sufrir tanto?".
Ahora comparto su idea: ya no veo películas que me hagan sufrir, no leo novelas escabrosas, no quiero ver matanzas de animales, ni maltratos, ni sufrimientos ajenos. No quiero verlos si no está en mi mano el poder evitarlos.
Y no comprendo tampoco la necesidad generalizada de parar a ver un accidente: si está atendido, sigo mi camino.
El otro día leí en un blog una historia terrible titulada "El principio del odio". Tan maravillosamente contada, con tanto realismo que lleva cuatro días haciéndome sufrir. Y, desde entonces, pienso cada día "Cuánta razón tenía la abuela".
lunes, 29 de marzo de 2010
El pan
Ya sabeis que vivo en una aldea.
Una pequeñísima aldea que no tiene ni tiendas ni bares.
Las compras se hacen en Vilarchao (la capitalidad del municipio de Coles) o en la ciudad (Ourense).
Pero, una vez a la semana viene un coche con pescado (me parece que es los jueves) y los lunes, miércoles, viernes y sábados , viene una furgoneta con el pan de un horno de Rivela.
Pero yo hago la compra en Ourense y compro el pan en el horno de Gustei, que lo hacen riquísimo.
El horno está a dos kilómetros de mi casa.
Mi hermana la pequeña me llamó el sábado por la mañana y me dijo:"No vayas al pan, que voy a verte y ya te lo llevo".
Cuando llegó, venía muerta de risa. Le pregunté porqué y me dijo:
-Llegué a la panadería, pedí tu pan y le pedí otro igual para mi. El chico me dijo "Igual imposible, el de ella es especial" ¡Cómo te cuidan, cómo te miman.!
Hoy, cuando fuí al pan, se lo conté al chico y me dijo:
-"Es cierto y no es porque tu lo pidas, es que nosotros queremos hacértelo"
-"Por eso se agradece más, David"-fué mi respuesta.
En los comentarios de ayer, Clara me decía que tengo que ser feliz, porque disfruto con todo...
No es solamente eso, Clara, es también que hay gente que se preocupa de hacer que me sienta así...
Y a vosotros ¿cómo os gusta el pan?
domingo, 28 de marzo de 2010
Vacaciones
Estoy de vacaciones.
Eso quiere decir que no tengo que ir a la ciudad en un horario fijo.
Solamente eso.
Porque sigo trabajando para mis alumnos (intentando inventar nuevas fórmulas, adaptadas a ellos y no generales; buscando otras fuentes de información; investigando nuevas tendencias...y eso solamente puede hacerse cuando hay tiempo, no cuando el reloj está empujándonos de una hora hacia la siguiente).
Porque sigo trabajando para mis animales (ellos nunca empujan, pero tienen rutinas).
Porque sigo trabajando para mi (mi casa, mi hogar; mi tierra, mi mundo).
Me gustan las vacaciones.
También me gusta cuando se terminan.
Eso quiere decir que no tengo que ir a la ciudad en un horario fijo.
Solamente eso.
Porque sigo trabajando para mis alumnos (intentando inventar nuevas fórmulas, adaptadas a ellos y no generales; buscando otras fuentes de información; investigando nuevas tendencias...y eso solamente puede hacerse cuando hay tiempo, no cuando el reloj está empujándonos de una hora hacia la siguiente).
Porque sigo trabajando para mis animales (ellos nunca empujan, pero tienen rutinas).
Porque sigo trabajando para mi (mi casa, mi hogar; mi tierra, mi mundo).
Me gustan las vacaciones.
También me gusta cuando se terminan.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)