sábado, 8 de junio de 2013

Ya muestra en esperanza el fruto cierto

 Para reponer fuerzas, el pasado domingo: lomo de cerdo, sal , orégano, vino blanco, eceite y, al horno.
 Los primeros guisantes, tan poquitos que para que ayuden a dar sabor, los cuezo sin mondar.
Mis primeras patatas, lavadas a conciencia y también sin mondar, a acompañar a los pobrecitos guisantes. Primicias que , según los mandamientos de la "santa" "madre" iglesia, había que regalar al cura...
Una vueltecita de segadora, que hay que ir poniendo las cosas a punto
y la piscina, llenándose y depurando.
¿Veis la más pequeña de las plantas de brécol?
Pues esa es la que tiene ya fruto, con lo que es cierto aquello de que "el tamaño no importa"
Asoman las primeras coles de Bruselas de mi semillero,
pero ni media planta de brécol,
compensado con las múltiples  de lombarda.
Las patatas sembradas en segundo lugar están así de hermosas. Y, si os fijais, por la derecha, dos surcos de judías, a las que quise poner maiz como soporte, porque el maiz evita el pulgón de la judía y el trabajo de poner soportes...pero cometí el error de sembrarlas a la vez y la judía nace antes y con más fuerza...me queda sabido.
Y desbrocé la hierba de los nogales.
Me asombré ante el vigor de las últimas patatas que sembré,
disfruté con el aroma de las flores del naranjo
y del limonero.
Les conté largas historias a las cerezas, para que maduren, pero no me creen.
El semillero de remolacha, pronto será trasplantado
Y hay tres tomates en el balcón, destinados a durar más que el resto, que está protegidos del granizo, las heladas y las lluvias del otoño.
Las brevas aumentan de tamaño.
Ahí, las naranjas que siempre le dejo al árbol, para que no se sienta ni solo ni sediento.
Las peras, con pulgón, ya han llevado su primer baño de maceración de ortigas. Hoy toca otra vez, porque hay que regarlo cada tres días.
Eso estaba en mi buzón estta semana: las semillas ya están plantadas. Nunca creí que fuese tan feliz recibiendo calabazas.
La naturaleza adorna lo que yo tengo medio abandonado. Menos mal.
¡Qué razón tenía Fray Luis! :  "descansada vida"