sábado, 21 de noviembre de 2009

Y el otro Internet

Hay otra parte de internet que me hace sufrir:
Generalmente, cuando entras en un blog, entras también en sus "circunstancias": tiene su propia lista de blogs, sus comentaristas permanentes, sus preferencias...sus amigos.
Y tu, de alguna forma, te acercas también a esos amigos.
Es decir, adquieres el paquete completo, cuando realmente solamente te interesa una persona. Confías en el instinto del otro...(Y digo instinto. La gente le llama intuición porque es más de personas y el instinto parece más animal).
Mi propio instinto me ha engañado muchas veces. Imaginad cómo me engañará el de los demás.

Creo que a todos los que entrais a comentar en mi blog os he dicho que os quiero. Si no os lo he dicho os lo he demostrado, mostrándome tal cual. No podría renunciar a ninguno de vosotros porque cada uno de vosotros aporta algo a mi vida; a mi rarísima y elegida forma de vida. Os amo como se ama a las cosas esas sin importancia que nos hacen felices: desde mis 63 años, desde mi independencia feroz, desde mi soledad electa, desde mi ternura de abuela y desde toda la distancia que da un ordenador. Si estuvierais a mi lado, no tardaría mucho en marcharme, asfixiada...

Y, seguiré diciéndoos que os quiero, porque es cierto...que nadie me diga nunca más que está felizmente emparejado. Si buscara pareja, la buscaría en mi entorno, porque yo necesitaría mirar a las personas a los ojos y sentir su contacto.

Y esa es la parte mala de internet: uno escribe, los demás están en su derecho de interpretar...Y a veces interpretan en clave "macho ibérico".

jueves, 19 de noviembre de 2009

Internet










Gracias a internet , sé cosas que nunca pensé llegar a saber. Gracias a internet, conozco personas que nunca pensé llegar a conocer.




A veces es abrumador, por sus ocultos, enigmáticos e indescifrables significados.




Este verano, en mis viajes a lo largo y ancho de este mundo llamado blogosfera, encontré a Mariel Manrique. Entré en su blog , de puntillas: es una mujer valiente, atrevida, incendiaria. Leer sus post funcionaba en mi como una carga de dinamita, que me tragaba, me explotaba dentro y se expandía. Poco a poco empecé a comentar, timidamente, porque en su blog hay un grupo selecto, intelectual y con amplios conocimientos de poesía.




Un día le escribí un mail. Ella contestó. Al cabo de un tiempo, otro. Cuando quise darme cuenta la correspondencia era frecuente.




Un buen día tuvo la peregrina idea de preguntarme si me podía mandar, para que los leyera, unos poemas que enviaría a un concurso...poneos en mi lugar : fué como si un niño que lee de corrido le pidiera a un deletreador que lo escuche... Y me vi inmersa y traspasada por un mundo que me robaba hasta el aliento; escribiendo cada día, varias veces al día.




El libro se acabó, pero la amistad ya había nacido. Entonces nos conectamos por el Messenger y charlamos dos o tres veces, hasta que, sin saber por qué, perdimos la voz. Tenemos la imagen pero perdimos la voz. Entonces, Mariel me enseña cosas: Un patito con una boa, sus cuadernos, los lápices de animales, sus muñecas...las cosas que se enseñan entre mujeres, las tonterías que nos hacen felices, sin que, a veces, sepamos por qué...




Y yo tengo ese cuadro desde hace 35 años. Me lo trajo de Madrid un amigo que se llama José Luis G. Llamas. Tiene la maravillosa virtud de ser cambiante, porque es un espejo y, como veis, su fondo cambia según donde esté.

Lo cogí de la estantería en la que está y se lo enseñé. Se levantó y me enseñó uno exactamente igual.

Después se echó a llorar.
(La respuesta de la mujer que llora la encontrais clicando en el lado derecho sobre el libro"La constelación de Andrómeda: es Paradela la que duerme bajo las estrellas).

miércoles, 18 de noviembre de 2009

corte de pelo

Hoy les corté las crines a mis chicos. En verano les son imprescindibles para defenderse de las moscas, pero en el invierno son molestas por la lluvia, la humedad y porque se ensucian. El flequillo del Cuco es un poema...pobrecillo. Pero, ahora me ve y, ya lo veis, se come todo lo que tengo en las manos.

martes, 17 de noviembre de 2009

Libros y libros





































He de confesarlo: mi vida vertiginosa me empujó a pedir una baja laboral. Bueno, eso, tengo vértigo y estoy de baja.







Y lo que podría suponer una media fiesta por no tener que ir a trabajar, es un rollo, porque no me puedo mover, que la cabeza va por libre como un helicóptero.







Pero, tengo amigos. Empecé por el Talmud, porque no sé si os acabasteis de creer lo que dije ayer. Hoy aporto pruebas. No es exactamente como yo decía, pero la esencia es la misma.






Pero, en el Talmud, había otras cosas, como esa maravillosa cita sobre el amor. Y , al lado, otros libros, curiosos cuando menos. Y, en un inicio, algo sobre la felicidad que hay que aplicarse.










¿Qué me contais de Emerson?: el capítulo se titula "el poeta". Y, mucho me temo que me corresponde el papel de "hacer" (ya lo habreis comprobado).






Y, como curiosidad, en 1929 se vendían en este país nuestro obras del señor Trotski.



Y parece que la gente las leía...¿cómo son posibles los silencios y la censura siguientes?


Ojo. Eso es un aviso a navegantes...siempre se puede volver atrás, si no estamos atentos...

lunes, 16 de noviembre de 2009

Aclarando

A ver si hoy es posible. Solamente una entrada corta para advertir que los vídeos que puse ayer fueron hechos el sábado.



Yo los domingos respeto la norma de hacer solamente trabajos sin ruído por aquello de "ay del que escandalice" y creo que la religión en eso de "el séptimo descansó" es sabia. Tan sabia como reivindicativa: me gusta que diga, para todos, esclavos y libres; patronos y obreros; pobres y ricos: "el séptimo descansó" . De cada siete día, uno de descanso.



Hay que reconocer a los judíos un especial cuidado del descanso. Incluso en el Talmud dicen claramente que de las 24 horas del día pasarás ocho sentado, ocho de pie y ocho acostado.



En contra de lo que la gente hace habitualmente, que es borrar de las doctrinas absolutamente todo, si no son las propias, yo aprovecho lo que me conviene de cada una.



Y eso del descanso me conviene, de la religión católica, aunque realmente, otras cosas no me preocupan desde que el señor Camino me excomulgó por estar a favor del aborto.



Que me lo diga por escrito.