viernes, 31 de julio de 2009

Los premios

Hay cosas de los blogs que no me gustan.
Una de ellas son los premios. Para ser más exacta,los sistemas de concesión de los premios y su creación.
Hay premios que cada uno puede inventar y adjudicar por obra y gracia de la realísima gana. Pero siempre imponiendo la condición de adjudicarlo a cinco, seis o siete personas, como cualquier cadena. (La primera en la que participé fue en los años setenta y me dió un buen dinerito: mandabas cien pesetas al primero de la lista, lo borrabas y te ponías de último, hacías tres copias y lo enviabas a tres personas, que lo enviaban a otras tres, etc. Si elegías bien a quien mandabas y nadie rompía la cadena, te llegaba una buena pasta).
Siempre fuí partidaria de la lucha, del sudor, del esfuerzo.
Siempre fuí partidaria de saber qué se valora, que se exige, cuánto tiempo. Qué cosas suman y cuales restan. Y quién es el juez y por qué.
En estas cosas no me sirve la democracia, porque yo, que no entiendo nada de arte, puedo votaros a todos como el blog más artístico.
Y puedo votaros a todos, todas las veces ¿qué valor tiene entonces el voto?
Ganará siempre el que más tiempo libre tenga y pueda recorrer la red, apuntarse a más blogs, hacerse el simpático o, simplemente, pedir.
Yo creo que el mejor premio a un blog es leerlo y comentar.
Yo me siento premiada cada día si sé que estais ahí y os interesa lo que digo, aunque sea una bobada (una parvada, se dice en mi tierra, de parvus=pequeño).
Hace ya tiempo Diego me dió un premio inolvidable: se fue al google eart y, en su blog, puso una foto de Paradela de Coles. El texto, precioso. Y, para mi "la cueva de Mairena" pasó a formar parte de mi vida.
Otro día,el señor Kaplan me dijo que Paradela estaba en el camino de Itaca. Y, "Robinson de Ítaca" se hizo para mi, destino habitual.

Así, uno por uno, os he ido metiendo a todos en mi vida, en mi hacer cotidiano. Os escucho con respeto y os hablo desde él.

Pero, por favor, no me deis más premios que vuestra lectura y vuestros comentarios.

martes, 28 de julio de 2009

Paradojas

Mi hermana la mayor, que jamás dice un taco y se esfuerza por hablar un correcto castellano, utiliza dos palabras que no le corresponden: una es ostentóreo (aquel híbrido de Gil entre ostentoso y estentóreo) y la otra es parajoda, cuando se refiere a lo que dicen y lo que hacen los políticos.
Ésto no. Esto es una paradoja:
Cuando somos pequeños y en la juventud soñamos con llegar a ser "alguien". Pasamos media vida esforzándonos para conseguirlo. Cuando somos mayores, miramos hacia atrás y lo que de verdad nos hizo felices y añoramos es la infancia. Cuando teóricamente no éramos "nadie".
A mi me pasa, al menos. Pero también le pasa a gente con sabiduría. Os dejo los versos de Víctor Campio Pereira, poeta ourensano, perteneciente al grupo Dólmen y del que presumo haber sido compañera. Creo que no necesitan ser traducidos:
Nai (madre)
Aquelas mans
estaban feitas pra me acariñar

Aquela voz falábame
coa rumorosa música do mar

Aqueles ollos tiñan
a claridade toda da mañá

aqueles brazos eran
aqueles brazos eran un bambán


Eu era aquel rapaz.

domingo, 26 de julio de 2009

Los comentarios

Hoy quiero disculparme con vosotros y, sobretodo, explicar mi forma de entender.
Muchos de vosotros (la inmensa mayoría), contesta uno a uno a los comentarios o, uno a uno a los comentaristas. Ya notais que yo no. Yo, generalmente, voy a vuestra casa, a comentar en vuestras entradas.
Entiendo que mi post es mío. Yo, en mi blog, escribo lo que quiero. Igualmente, en los vuestros, opino lo que creo.
Pero, de mi blog, solamente es mío lo que yo escribo. La interpretación que hagais de ello es, absolutamente, vuestra. Cada vez que comentais, cada vez que interpretais, estais enriqueciendo lo que yo he dicho, aportando puntos de vista diferentes o abundando en lo expresado por mi. Muchas veces me contestais a cosas que yo no he querido decir pero que vosotros habeis adivinado no sé por qué resquicio: allí debía estar, sin yo quererlo.
Nunca supe si cuando Machado dijo "...Y al volver la vista atrás, se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar" quiso decir que se iba de aquel lugar, o que cuando volviera a pisar el camino el camino no sería el mismo (porque alguna mente prodigiosa había convertido la calzada romana en autovía o porque, pisado por otros muchos, se había transformado) o él no sería el mismo (porque había crecido como persona, había empezado a pensar diferente, lo había poblado la locura).
No. No lo sé. Cada uno entendemos lo que queremos, cómo queremos y cuando queremos. Yo misma entiendo de forma diferente en diferentes momentos.
¿Por qué entonces responder a un comentario?.
Por favor, seguid enriqueciendo lo que escribo. Me siento bien cuando lo haceis.
Me ayudais a crecer ahora que ya mido menos que cuando era joven.
Comentad, por favor. Y, permitidme que siga comentando en vuestros blogs.