Es buen milagro que yo haya encontrado la paz en Paradela!
El vídeo solamente dura dos minutos, pero esa paz y ese silencio son permanentes.
Lo único que de vez en cuando rompe el silencio es el ladrido de un perro, el canto de las gallinas o la llamada del Cuco.
Por la mañana, el ruido de alguna máquina, un tractor, un coche que llega o se va.
Y esa profundidad en el silencio creo que me hace mejor persona.
miércoles, 30 de julio de 2014
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