Se ha roto por el peso,
la encontré anteayer a la mañana, debajo de este peral;
ayer me encontré con esta otra rama, a punto de partirse,
aunque espero que esos soportes eviten la ruptura.
Porque, salvo las ramas que veis por arriba, que no tienen fruto, ese manzano casi toca el suelo
y las ramas de este peral jovencito, también.
Aunque, ya lo veis, no es cuestión de edad ni de calidad: este manzano bravo (sin injertar) tiene veinte años por lo menos y sus ramas tocan el suelo, por el peso.
Que así de rompedor viene el fruto este año.
domingo, 13 de julio de 2014
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