aplicar con Cuco mis propios sistemas:
cuando estoy triste, como bien, escribo y duermo mucho. Y me funciona.
No puedo enseñar a Cuco a escribir, pero puedo hacerle "platos combinados"
con pan, cebada, tomates, zanahorias,
higos,
(ese me lo comí yo y estaba delicioso),
pimientos...
Lo llamo
y corre,
galopa
y no es por mi...
tiene la esperanza de encontrar a su amigo al final del camino.
La cuadra está ya limpia y cerrada.
Las chicas cumplen su trabajo y no sienten la
ausencia.
Siempre moviéndose y con prisa, como dice Ramon. |
Hoy, mirando la hierba recordé que estaba muy preocupada porque era poca para todo el invierno.
Ahora, que ya sé que me sobrará, echo de menos aquella preocupación.