Los bambúes se rinden al viento y, a lo lejos, pastan las vacas de Manolo.
Cuco está un poco aburrido de la lluvia y sigue echando de menos a Chispa. También los animales tienen memoria.
La depuradora se ha inundado, menos mal que he quitado el motor.
Los pozos tienen agua hasta el brocal
Y nadie nos impide chapotear en los charcos ,
para felicidad de las loquitas, que encuentran más lombrices que nunca.
Y, de vez en cuando, un rayo de sol
y la luna, empezando a crecer
como el brécol, que ya casi está en su punto.
Esto, Carmela, es una respuesta a tu preocupación. Gracias. Ya ves que todo es, como siempre, paz y sosiego.