martes, 23 de abril de 2013

Feria de abril

 En la masa que ya sabemos hacer, extendida con el rodillo, con ayuda de un vaso, hacemos redondeles
 Cada uno de esos redondeles lo volvemos a extender un poco con el rodillo (es la forma de que no haya empanadillas primorosas, todas iguales, para evitar la monotonía al comer una igual a otra) y le metemos dentro, en este caso pechuga, jamón y chorizo, según caiga...
La cerramos, que es tímida y no le gusta mostrar su interior
 ý, con un tenedor apretamos la masa para que quede hermética. De ahí, a la sartén con aceite abundante (de Jaén) y caliente...
 Preparamos una fuente con papel absorbente, para que, aunque estén bien escurridas, queden sin aceite.
Treinta y cinco, me salieron, preparadas para ir a la mesa.
 Y picantones de segundo plato.
De postre, flan y fresas
Eso quedó, de asado
Y eso de empanadillas. Éramos, como cada domingo, cuatro a la mesa.
El truco para comer así de bien es que no hay tele, hay conversación.
Y , después una magnífica partida de canasta, madres contra hijos. Y llevan cuatro semanas seguidas ganando las madres, ante la desesperación de los hijos.
Jejeje...