Si os digo que sigue haciendo calor, me creereis, pero si veis como sufren esas calabazas, os dareis cuenta de cuanto.
Ya os lo enseñé, pero siguió apareciendo
y sin esconderse demasiado,
aunque le puse la máquina cerca de la nariz...
Y Juancho, el lagarto de la casa, anda dejando la camisa por ahí tirada...hombres...
Para ti, Censura, que invitas a café
y después, si quieres, empieza con las uvas.
Me pregunto qué maravillas haría Clara con todos esos paléts,
que yo usaré para encender la chimenea.
Ahí sigue mi suplicio: avioneta apaga incendios, esta tarde.
La luna, casi llena, al menos nos trae el frescor de la noche.