El sábado me hice un cocido, el domingo no tuve comensales.
Y aunque hice algunas empanadillas, quedó mucho lacón, ternera y pollo que piqué
para, con una bechamel, hacer croquetas.
Y estaban muy buenas.
Hoy amaneció con esa maravillosa helada y las botas crujían al andar. Al amanecer llevé al Cuco al prado.
Ya con sol ,me acerqué a saludarlo, que siempre está deseando una palabra
y...chupar cámara para lucir su flequillo y su bigote canoso.
Y luego fuí a abrirle la puerta a mis chicas que se comportan como humanos (más bien creo que los humanos nos comportamos como animales), en su recelo hacia lo diferente. Ahí teneis a la cría que quedó de los tres que nacieron: blanca y enorme. A veces la persiguen y ella tiene como recurso escapar porque no es consciente de que tiene un pico agudo y enorme (a las otras se lo cortaron al nacer, como hacen con todas las gallinas, para que no se piquen en las granjas).
Mis planes de trabajo para hoy eran desbrozar ese camino
y talar ese nogal.
El camino, ahí está: misión cumplida.
El nogal...:empecé por una rama que quedó sujeta por una parte ínfima; tiré y no cedió. Le dije al árbol "puedo más que tu, ríndete" dijo "vale" y soltó de golpe. Eso es un chichón.
Lo dejé por hoy para trabajar descansada y alerta: si me hace un chichón por una rama insignificante,¿qué me tendrá preparado por talarlo?.