Mira tu melocotón, Moni, a tope de fruta, pero con alguna hoja tocada por la lepra.
Y las cerezas de Mercedes, que este año, por ser las primeras, se las dejaremos a los pájaros.
Así vas, Genín: allá por agosto, si me mandas tu dirección, te llegara media docena, para que las pruebes.
Esos, Piruja, ya no los comeremos ni tu ni yo, que los ha tirado el viento...
Y ahí, la "nabeira de fora" (nabal de fuera) que se convertirá en "oliveira nosa" (nuestro olivar)
Aunque conservará algún roble.
(puerta de abajo, recién puesta, aun sin rematar)
Y robles centenarios, que acompañarán a los olivos. La tierra es pródiga.