Hace varios día salió en el mundo la historia de Juanma y de que la SGAE le cobró a sus padres un diez por ciento de lo recaudado en un concierto benéfico de Bisbal. Durante varios días internet era un hervidero de protestas: todo el mundo levantó su voz contra semajantes carroñeros. Pero no se habló nada más sobre el tema.
La noticia decía, entre otras cosas que los padres de Juanma han conseguido 1,4 millones de euros que han mandado a una universidad americana, para que un renombrado doctor haga experimentos con diez fármacos que, si hay suerte, podrán curar la enfermedad de Juanma. Una enfermedad que se da en un niño entre un millón. Si yo fuese la madre de Juanma, lucharía como ella. Si yo fuese Bisbal, daría conciertos benéficos.
Pero, ¿por qué un niño gasta 1,4 millones en algo que no se sabe si dará resultado y cada día mueren niños que se salvarían con una papilla de algún céntimo de euro?