En esta época del año, tengo mis recursos.
Porque a los que durante todas las estaciones me dan los buenos días y las buenas noches (mis animalitos de compañía: perros y caballos (bueno y demás habitantes de la casa: arañas, moscas, polillas, etc.)), añado una primera visita del día a la madreselva y al cerezo. Por la noche, ya en pijama, repito la visita.
Aroma y sabor me acompañan todo el día y toda la noche.
Y me dan una maravillosa sensación de paz.