Pero muchas cerezas ya no podrán aprovecharse: abiertas, insulsas o podridas...
Para mi, siempre sobran, pero quiseira que los que me rodean pudieran disfrutarleas conmigo y no va a poder ser.
Y da pena ver un árbol, tan cargado que sus ramas rozan el suelo por el peso, completamente desaprovechado.
Habrá que esperar un año entero, con sus tormentas y calmas, con sus lluvias y sequías, con sus plagas y remedios...
No importa, un año pasa enseguida y seguro que será propicio...