No os merezco.
Eso es lo que siento.
Pongo una parvada (tontería, en esta tierra) cualquiera y doy pié a un montón de maravillosas ocurrencias.
Desde Soco, que escribe un poema dedicado a la risa a cualquiera de los demás, que vais desgranando ideas peregrinas maravillosas, me llenais de alegría. Incluso de felicidad.
Gracias.