Es curioso cómo y cuánto hemos cambiado y cómo nos olvidamos del antes.
Miro hacia atrás y me veo admirando y encantándome aquella canción de Joan Báez que se titulaba "El preso número nueve".
Cantado por una mujer defensora de todas las causas nobles... Y, ¿del lado de quién estaba yo?. Yo estaba del lado de aquel preso que mató a su mujer, a su amigo, que no se arrepentía de haberlo hecho y que iba a buscarlos al más allá. Y mucho me temo que no era yo sola... ¿dónde está aquella Mariajesusparadela? ¿es una parte de esta que hoy soy? Sí, seguro (porque creo que ese amigo y esa mujer, en vez de engañar deberían de haber hablado con el marido). La misma parte que de aquella otra que cuando alguien estaba nervioso decía "recuerda que tranquilidad viene de tranca". ¿Imaginais qué marca podría dejar la tranca que ese cantero ingenioso alojaba en esa pared?.
(Me encantan esas huellas del ingenio del ser humano ¿cómo inventar un cierre barato que no ceda al empuje de un invasor no deseado?: ahí teneis una muestra, en ese dintel de la puerta donde hoy guardo la hierba seca de los caballos).
El humor gallego es especial. Nosotros le llamamos "retranca". Tendrá algo que ver con todo
esto?