El sábado celebramos, debajo de los mimbres que un día obligué a abrazarse, el cumpleaños de Uxía, el mío y el santo de Rita.
Y ahí nos veis ( menos a mi que hacía la foto) Rita, de espaldas, Uxía, de frente. A cada lado de Uxía, una amigo suyo inglés, Andy, y su novio, Guille. Y son Andy y Guille los que dicen: "Su, va por ti: nunca un chupito de aguardiente de guindas supo tan bien como este, porque está hermanado con Gaudí".
Hay regalos muy significativos, como podeis ver, pero el mejor no tiene precio: compartimos.
Comimos, bebimos y cantamos.
Dicen que no hay fiesta sin novena.