
Ayer, después de comer y de los postres caseros que trajo mi hermana, tomamos peras y castañas asadas.

Y el viernes me llegaron esas cebolletas de azafrán, para plantar.

Llegaron por correo, en ese sobre, con esa bonita letra...las plantamos por la tarde.

Hoy, al volver de abrirle las puertas a los caballos, me encontré con esa hermosa luna menguante,

y ese cielo rojizo, que anuncia otro día de calor asfixiante...

Bajé a trabajar: esa es la cafetería del instituto (vacía en horas de clase)

Las aceras y arbolado que lo rodean,

el patio trasero, cubierto

los campos de deportes,

el lugar donde se plantan los árboles de las jubilaciones (por iniciativa de un profesor de física , por cada profesor que se jubila en este centro, se planta un árbol y se le pone su nombre, para que siga siendo recordado)

el lugar donde algunos muestran su creatividad,

la puerta de entrada principal,

el aparcamiento para profesores y padres que tienen que acudir al centro,

el hall, (en el que todavía no funciona el panel informativo audiovisual de actividades)

Y la sala donde los profes vamos a poner las faltas de alumnos, para que puntualmente lleguen a las familias y , de manera inmediata, puedan ser justificadas.
He de deciros, aunque quizás ya lo sabeis, que estoy muy orgullosa de mi centro: empezó a funcionar en el curso 1977-78...desde entonces solamente nos separamos en verano...