Mi luto no me impide razonar.
Lo más fácil es echar la culpa al maquinista.
Pero yo me pregunto por qué en toda España es imposible el error humano, impedido por sistemas de seguridad, que se ponen en funcionamiento cuando el ser humano se equivoca y esos sistemas no existen en Galicia.
Se ven por la red declaraciones anteriores del maquinista, como si fuese un loco de la velocidad: yo me pregunto dónde estaban sus jefes directos cuando las hacía y por qué lo sabemos ahora y no antes.
En mi pobre opinión, la culpa no es del que comete el error, sino de quien le da los medios para que su error perjudique a otros.
La Voz de Galicia
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