Pues, he ahí mi origen campestre... Recién llegada a Paradela, Víctor me regaló en un día de Reyes, ese libro de "La vida del campo y el horticultor autosuficiente". En él aparece TODO (todo y todo) lo que alguien necesita saber para cultivar cualquier tipo de cosa. Incluso para conservarla, encurtirla, hacer salazón, mermeladas, vinos, cervezas o producir energía...Fué un regalo de "gran rendimiento" y "altas prestaciones".
Escrito, como veis por un inglés que no necesita vivir del campo porque vende libros como rosquillas (todos los profes que conozco que se van a vivir al campo, se compran un ejemplar, aunque la mayoría se queda en el intento...). Las páginas que fotografié, son algunos de los apartados que trata.
Luego, como veis, también los vendedores de semillas, venden libros especializados, con información sobre las siembras y labores del campo de cada mes del año. Yo tengo incluso agendas especializadas en el tema, por si me olvido de abonar, acolchar, binar o aporcar...Y, por supuesto, libros especiales sobre poda, multiplicación de plantas (hago unos acodos perfectos), e injertos ( con los que aún no me atreví).
Y, cuando voy a comprar semillas a principios de año, pido siempre el calendario de ZZ que veis ahí, que tiene muchas curiosidades: cuentos, refranes, oficios, predicción del tiempo...Es algo así como el famoso calendario zaragozano, pero en gallego.
Había un programa de la tele que se titulaba "Todo está en los libros".
No es verdad. En los libros puede escribirse como se hacen las cosas, cuando y con qué herramientas, pero la sensación que sientes cuando asoma la primera planta, cuando florecen los primeros árboles, cuando notas el olor de la madreselva, cuando ves como empiezan a pintarse las cerezas...eso no puede contenerlo ningun libro, eso hay que vivirlo y sentirlo.