El recién es mi madre, que nació en 1913, con mi abuelo (José Mouriño, vaya por dios) y mi abuela
Este es el reverso de la fotografía que viene a continuación. Supongo que está hecha entre 1890 y 1900, porque ella es una de las tías de mi abuela y que la crió, ya que se quedó huérfana de madre muy pequeñita. Y, para hacerse una foto, había que ir a Madrid...
Ella es la tía Consuelo, que con sus hermanas Dolores y Mercedes, criaron a cuatro sobrinas huérfanas de madre: Concha, María, Anuncia y Mercedes. Fotografía solamente hay de Consuelo.
Me preguntaba ayer Monserrat Sala que de dónde había salido yo (tan aficionada a las labores del campo ) y me decía que no le parecía raro que echase de menos el pasado.
Y no es esa la impresión que quiero dar: yo he nacido en una familia, como otros han nacido en otra. Nací en el primer mundo y no en el tercero. Nací mujer y no hombre. Nací después de la guerra y no ahora.
Sobre todo eso no tengo ni mérito ni culpa: ni presumo ni lo oculto. Son hechos. Nada más.
Me gustan esas fotos porque son documentos, pero a mi vida de hoy no suman ni restan nada.
Lo que suma y resta es lo que hago con mi vida cada día, libremente; lo que suma es haber nacido en un entorno en el que me ha sido permitido elegir y me han formado para ello.